Sistemas de alimentación sin contacto
Otro avance significativo en el campo de los sistemas de alimentación son los sistemas sin contacto, que funcionan como transmisores de energía. Estos sistemas están diseñados para transmitir energía eléctrica de manera inalámbrica entre un transmisor y un receptor, sin necesidad de cables físicos conectados directamente. Utilizan principios de acoplamiento inductivo resonante para transferir energía de manera eficiente.
Los sistemas de alimentación sin contacto son especialmente útiles en aplicaciones donde se requiere carga rápida, como en robots autónomos. Por ejemplo, en procesos donde es crucial minimizar el tiempo de cambio de herramientas en un robot para aumentar la eficiencia operativa. También se utilizan en sistemas que necesitan movimientos rotativos continuos, como los sistemas de carga y descarga automatizados en entornos de producción limpia, donde se debe evitar la contaminación por contacto físico.
Un ejemplo visual de estos sistemas puede observarse en la implementación de un sistema de carga inductiva para un robot industrial. En esta configuración, el receptor instalado en el robot puede recibir energía de manera inalámbrica cuando se aproxima a la base transmisora, a una distancia de hasta 5 milímetros. Esta tecnología se basa en la resonancia inductiva, donde un campo magnético generado por el transmisor induce una corriente eléctrica en el receptor, permitiendo la transferencia de energía sin necesidad de conexiones físicas.
Fusible electrónico MAXGUARD
Dentro de la gama de productos avanzados para garantizar la continuidad de los procesos se encuentra el fusible electrónico MAXGUARD de Weidmüller. Este producto se distingue por ser altamente personalizable según las necesidades específicas de cada aplicación industrial. Está diseñado para proteger circuitos eléctricos críticos mediante la gestión inteligente de la corriente, la supervisión y el monitoreo remoto.
El fusible electrónico MAXGUARD puede manejar corrientes de hasta 40 amperios a 24 voltios, ofreciendo una amplia capacidad de protección para sistemas industriales complejos. Además de su función principal como fusible, este dispositivo incorpora módulos de alarma y control que permiten la supervisión continua del estado de los circuitos. Esto es crucial para identificar rápidamente cualquier falla o anomalía en el sistema eléctrico, lo que facilita una respuesta proactiva ante problemas potenciales.
Una característica destacada del MAXGUARD es su capacidad de realizar un reset remoto en caso de que se presente una falla, lo cual puede ser crucial para minimizar el tiempo de inactividad en operaciones críticas. También cuenta con salidas transistorizadas que pueden ser utilizadas para indicar alarmas o estados de funcionamiento, proporcionando una interfaz eficiente para la integración con sistemas de monitoreo y control industrial.
El diseño modular del MAXGUARD permite la configuración flexible de múltiples circuitos dentro de un solo dispositivo. Esto es especialmente beneficioso en aplicaciones donde se requiere la protección y supervisión de numerosos componentes eléctricos dispersos en un entorno industrial complejo. La capacidad de expandir y personalizar los circuitos protegidos mediante módulos adicionales hace del MAXGUARD una solución versátil para diversos escenarios industriales.
Aplicaciones específicas: Autoapilador para electroválvulas
Un ejemplo específico de aplicación que destaca dentro de los productos de Weidmüller es el autoapilador para electroválvulas. Este dispositivo está diseñado para entornos industriales donde se utilizan múltiples electroválvulas alimentadas desde una misma fuente de alimentación. Su función principal es garantizar la continuidad operativa al detectar y responder automáticamente a condiciones de sobrecorriente o cortocircuitos en las bobinas de las electroválvulas.
El autoapilador para electroválvulas funciona alimentado a 24 voltios y está equipado con características de protección avanzada. En su diseño, incluye un sensor de corriente que monitorea la corriente en la salida del dispositivo. Si la corriente supera un umbral predefinido de 11 amperios, el autoapilador activa una salida de falla para indicar la presencia de una condición anormal. Esta función es crucial para identificar rápidamente problemas como cortocircuitos en las bobinas de las electroválvulas, evitando así daños mayores al sistema eléctrico.
El funcionamiento del autoapilador se ilustra en un diagrama operativo que muestra cómo responde ante diferentes condiciones de carga. En situaciones normales, cuando la corriente está por debajo del umbral de 11 amperios, la salida del dispositivo permanece cerrada, asegurando la operación continua de las electroválvulas. Sin embargo, si se detecta una sobrecorriente debido a un cortocircuito en una bobina, el autoapilador abre la salida y activa la indicación de falla. Después de un período de espera de 5 segundos, vuelve a intentar cerrar la salida, continuando con el monitoreo continuo del estado de la corriente.
Este enfoque proactivo hacia la gestión de fallos en las electroválvulas es fundamental para mantener la operación segura y eficiente de los sistemas industriales. Al permitir que las electroválvulas restantes continúen funcionando incluso cuando una está fuera de servicio debido a un fallo, el autoapilador reduce significativamente el riesgo de interrupciones no planificadas en la producción.